18 junio, 2012

Carta abierta de un ex activista estudiantil a #YoSoy132

 ¡Ilusos, utopistas!, esto es lo menos que se nos dice, y este ha sido el grito de los conservadores de todos los tiempos contra los que tratan de poner el pie fuera del cerco que aprisiona al ganado humano.

Ricardo Flores Magón.


                            


Saludos estudiantes de #YoSoy132, muchas cosas han cambiado después de ese video de los 131, llegaron sin avisar y haciendo retumbar en sus centros las campañas electorales, como debe de ser. La izquierda electoral dijo que detrás de ustedes estaba la derecha electoral y la derecha electoral dijo que era la izquierda electoral; eso me da una idea de la pluralidad y autenticidad de su movimiento, porque eso dicen de todos los movimientos auténticos, lo dijeron del CGH y lo dijeron también del EZLN.

   Trato de imaginar cómo son sus asambleas, los debates duran horas y les cuesta trabajo ponerse de acuerdo. Seguramente todo el mundo tiene su propia opinión, pero mientras mantengan viva la bandera de la unidad, poco podrán hacer los dinamiteros de siempre: los medios de comunicación agiotistas, los poderes fácticos y los partidos y grupos políticos con amplia experiencia en el deporte de surfear en la cresta de la ola de los movimientos sociales. Incluso, algunos ex compañeros de lucha míos, los atacarán y los tildarán de burgueses y electoreros; pero no tienen nada qué temer, porque ustedes también son el resultado de nuestros fracasos históricos.

   Quisiera adelantarles algo de lo que vendrá, para que no cometan nuestros errores y para que ustedes no necesiten hacer una huelga como instrumento de presión (en nuestro caso, no tuvimos otra alternativa, la necedad de las autoridades universitarias fue la que nos orilló a estallarla):

   Vendrán más ataques. Desde los medios, principalmente de los que se oponen a su democratización, vendrán obuses cuando su movimiento empiece a radicalizarse, les dirán que detrás de ustedes está el EPR, las FARC, Hugo Chávez, el PRD, El Peje, el PRI, Antorcha Campesina, el SME, grupos “ajenos” a las universidades, células guerrilleras, los narcotraficantes, etcétera, etcétera, etcétera. Sé que sabrán sortear esta metralla con soltura, ya que ustedes tienen ventajas que nosotros no teníamos en nuestro momento: saben cómo usar la tecnología y las redes sociales en su beneficio y se han unido con estudiantes de universidades privadas. Ustedes no saben de lucha de clases, hasta en eso son irreverentes.

   Intentarán reventar el movimiento desde adentro y desde afuera. Uno de los aspectos poco mencionados en las crónicas de la huelga de la UNAM 1999-2000 son los infiltrados que el día que entró la PFP señalaron a los compas, que desde su punto de vista, eran los líderes del movimiento. Pero en nuestro movimiento nunca hubo líderes. El Estado intentará reventarlos por todos los medios cuando consideren que están trastocando sus intereses de grupo. Montarán provocaciones, tratarán de hacerlos ver como un movimiento dividido, incluso, sembrarán la discordia y la duda para que #YoSoy132 no avance ni para atrás ni para adelante. Llegado el momento, los encarcelarán y los someterán al juicio sumario de los tribunales electrónicos. Pero ustedes también saldrán adelante, porque ahora ya lo saben y pueden prevenir lo que nosotros como CGH no vimos venir: la represión del movimiento.

   Tratarán de cooptar o negociar con quienes ellos consideren los líderes más visibles. Los dirigentes de los partidos políticos (principales responsables de la tragicomedia nacional) les ofrecerán espacios, recursos y solucionar parcialmente sus demandas. Pero eso también será una trampa, porque ellos son especialistas en los juegos de espejos, en cubrir las apariencias con un reformismo barato que no resolverá en el fondo ninguna de sus demandas. Cuando ustedes se nieguen a aceptar, entonces se convertirán automáticamente en los intolerantes; a esas alturas, ustedes ya estarán varias jugadas adelante.

   Cuando no les queden más argumentos, vendrá la estrategia policiaca. Amparados en la cantaleta de un Estado de derecho fundado en leyes que sólo los protegen a ellos, echarán a andar la maquinaria represiva, aceitada por las opiniones histéricas de sus personeros en los medios de comunicación, sin embargo, será demasiado tarde porque habrán subestimado la fuerza de las redes sociales y de su movimiento.

   A manera de epílogo. Como pueden darse cuenta, el panorama no tiene buena pinta, confío plenamente en ustedes, y desde esta trinchera les digo que caminaré a su lado, así como no pocos de mis contemporáneos querrán subirse groseramente al tren de su lucha, habremos otros que los seguiremos hasta el final en silencio, pero no cargaremos sobre sus espaldas el lastre de nuestras derrotas.