Yo no creo en la predestinación. Es muy arrogante (la
arrogancia ha distinguido más a la especie humana que su conciencia o su
inteligencia) creer que de alguna forma el "mundo" te tiene preparado
un camino único y personal.
Al "mundo", a san Random, le vales
absoluta pirinola.
Estoy convencido del fluctuar de la energía (otra forma de
llamar al "mundo"), del subibaja eterno, de la acumulación,
retención, absorción y repulsión energética que generamos/padecemos día a día y
que se manifiesta en nuestras relaciones, en nuestra salud, en nuestra
seguridad personal (oh viejo y preciado ego), en cada aspecto, en fin, de lo
que somos en esta breve y poco explicable existencia: causa y efecto, un asunto
tan sabido y real que causa un poco de pena mencionarlo.
Pero de eso a la
noción tradicional de destino hay mucho trecho.
Si no creen de dios, ¿por qué
en el destino?
¿Necesitan aferrarse a supersticiones para sentir que hay algo "seguro"
en esta gran explosión que llamamos Universo?
Hay algo seguro: estamos vivos y
después ya no lo estaremos.
Es todo.
Maduren, carajo, dejen de rezarle a entidades
fantasmales, dejen de creer en las "cosas maravillosas" que nada más
son engaños de la mente generados por la propia mente.
El mundo, el Universo es
impresionante por sí mismo, no hay necesidad de inventar mentiras llenas de oro
cuando vivimos rodeados de joyas preciosas.
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Pipicacamoco.