Sí tenemos que dividir nuestro tiempo así, entre nuestra política y nuestras ecuaciones. Pero, para mí, las ecuaciones son mucho más importantes que la política, porque la política es algo de preocupación actual solamente. Una ecuación matemática permanece eternamente.
Albert Einstein
Últimamente me he preguntado, cada vez con mayor frecuencia, ¿por qué los escritores no hablan sobre la situación social y política de su país y cuando lo hacen, es desde un Olimpo inaccesible e inasequible, y por lo general, sin arriesgarse a adoptar una postura realmente crítica, quizás pensando en la beca vitalicia del Sistema Nacional de Creadores o en el renombre que han alcanzado gracias a sus influencias en el Conaculta?
Cuando abrimos este blog, no lo hicimos pensando en agradar a ningún partido político o institución pública, sino simplemente por obligarnos a escribir constantemente, por ejercitar la pluma y a la par, calentarla para crear la obra de verdad. No sabemos hasta la fecha el impacto mediático que tenemos, pero el balance es positivo, a pesar de que un blog es, la mayoría de las veces, otro mensaje en una botella perdido en el mar de la nóosfera.
Dicho lo anterior, y ante el bombardeo electorero que se avecina, en donde intelectuales y columnistas afines a la vorágine de podredumbre en que se ha convertido el sistema político mexicano acomodan el culo en la cresta más alta de la demoscopia con que justifican su prostitución; declaro inaugurada la columna terrorista, en donde no dejaremos títere con cabeza y trataremos de armar, desde nuestro particular aparato teórico, el LEGO de la política nacional, en la víspera de un año en donde seremos testigos del teatro de sombras más caro del mundo, en cuyo último acto, se deberá sentar el sultán en turno en la silla del sátrapa, desde donde defecará sobre nosotros los próximos seis años.
No sabemos aún si seremos leídos poco o mucho, lo cierto es que el escritor debe admitir, aunque le duela, que tiene una opinión política, y ello no quiere decir que revele que va a votar por tal o cual candidato (aunque, para dejarnos de hipocresías, sería sano que lo hicieran los que está en la cúspide de la cultura hegemónica); sino que asuma que además de ser creador es también un ser opinante y parte de una realidad política, económica y psicosociocultural.
Esperamos también que este ejercicio sirva para fomentar la crítica y la autocrítica en los votantes de todos los partidos políticos, queremos confiar en el electorado, ya que los partidos se han empeñado en destruir la poca credibilidad que les quedaba e invertirla en la falsa credibilidad prefabricada por los medios de comunicación, quienes en vez de servir a los ciudadanos, también se han maquillado y puesto las medias de red para venderse al mejor postor en el mercado de la política. Pero de eso hablaremos en la siguiente columna terrorista.
Posdata
Un funcionario menor del PAN comete una megacagada en las redes sociales y causa un huracán de tweets. Ya la Sedesol dijo que no le renovará el contrato. Que nerviositos andan los partidos, saben que con cualquier traspié se les puede caer la campaña. Alguien debería decirle eso a René Bejarano. Por cierto, no esperen que ilustremos esta columna con fotos de políticos, eso sí que no.
La fotografía es de Enrique Villaseñor
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Pipicacamoco.