29 marzo, 2011

Domingo, nichiyoubi, sunday



Me siento mal. La bruma del domingo da paso al vacío del estómago, las náuseas clavadas en los ganglios de la garganta, el no tener nada para qué vivir este día. El domingo nublado afuera también está dentro de mí, vacío, náuseas… Cuando ni la música puede tocarte es que estás al borde de la muerte. Así ha sido este domingo, de luz muerta, de soledad clavada en el costado como la herida de una lanza, sin estar pero sabiendo que se está, dejando caer los segundos en la nada, sin hacer uso de ellos, un paso al lado del gran flujo vital, a la orilla del camino, sin participar, sólo el vaivén de las olas del Universo, nada más, dejándose llevar, sin esperanzas, sin razones para seguir respirando. Ella ya no es nada en mi mundo, ella se ha perdido para siempre, ella me ha perdido, nunca más será mía. Los tentáculos se han resecado, muñones cauterizados una y otra vez, colgando, inútiles, estorbosos. El frío de la muerte abrasa mi corazón, ¿alguna vez seré el mejor? ¿Para qué esforzarse, para qué seguir? Nada que pueda hacer cambia mi vida, mi futuro son ruinas, mi pasado se tambalea. Mal viaje. Es domingo, sí, domingo, está nublado, afuera las nubes oscurecen la luz del Sol, tengo hambre, eso creo, ese vacío dentro de mí es hambre, esa debilidad en mis miembros es el agotamiento del domingo, nada más, no pasa nada malo, es normal, es domingo, para todos el domingo es un día incómodo, aunque se visite a la familia o se lleve a los niños al zoológico, aunque se desayune temprano y mañana haya que trabajar. Sí, domingo, eso es todo; cuando ni siquiera la música puede tocarte es que estás cerca de la muerte, la muerte anda cerca, cerquita, esperando, lista para recoger la cosecha, sí, la muerte en domingo, domingo nublado y cálido, estático, insubstancial. ¿Por qué no puedo respirar? Me descubro no respirando, ¿qué sucede, domingo gris? Mañana hay clases, mañana hay que levantarse temprano, hoy no me puedo desvelar, para qué salir, mejor quedarse en casa, ver un par de películas, ¿y si me suicido? No tiene sentido,  sea malo o bueno lo que vaya a venir, es mejor que simplemente no estar. ¿Manicomio? Jamás caeré en uno, jamás visitaré uno. ¿Y las náuseas? Déjalas ser, let it be, let it be, se marcharán solas, cuando despiertes mañana no estarán ahí, los lunes no tienes tiempo para sentirte mal, los lunes son días de trabajo, de escuela, de sociedad, de maquinaria funcionando, de paquetes siendo entregados, reporteros asistiendo a conferencias, ajustes de cuentas, balances, juntas, ropa formal, motores calientes, relojes, citas, comida apresurada, miradas cansadas. Me siento mejor cuando pienso en el lunes, en lo mejor que es el lunes aunque se deba levantarse temprano, mejor que este domingo infecto, lleno de calor y nubes, de calles vacías y olor a parrillada; ¿cuándo terminará?

1 comentario:

Pipicacamoco.